domingo, 18 de octubre de 2015

UNA DIFÍCIL PRUEBA (18) Alcoseri

Cuando una pareja decide dar el paso de empezar a vivir junta, observamos con frecuencia que no siempre se pone encima de la mesa cómo va a llevarse a cabo esa convivencia, quizás porque se suele pensar basta con el amor y con la atracción que sienten mutuamente. Pero sería interesante hablar con la pareja sobre cómo van a desarrollarse ciertos aspectos, pues las expectativas que se tengan al respecto son las que luego van a producir un mayor o menor grado de malestar, dependiendo de cuánto difiera lo que se esperaba que iba a ocurrir con lo que finalmente ocurre. Estos temas son:
El tiempo
Para muchas personas, estar en pareja puede suponer compartir absolutamente cada minuto y cada actividad que se realiza, mientras que, para otros, supone poder marcharse un sábado por la tarde sin tener que dar explicaciones de adonde se va y a qué hora va a volver.
Por ejemplo: si uno de los miembros de la pareja se siente abandonado porque su compañero decide dedicarse a otra actividad cuando iba a empezar una película que tenía muchas ganas de ver (deducimos que a su pareja no le apetecía verla), y esperaba que lo hiciesen juntos hasta el final. Si la interpretación que uno hace es que el otro no tiene interés por estar juntos y que prefiere hacer otra cosa, lógicamente va a sentirse mal.
El tiempo de cada persona es de cada persona, de manera que se estará cometiendo un error si:
• Se cuenta con el tiempo del otro para hacer una actividad propia. Nos serviría el ejemplo de la película, pues se está haciendo pasar a la otra persona un par de horas haciendo algo que no le interesa en absoluto.
• No se tiene en cuenta el tiempo del otro, y a uno le da igual que lo pierda o no, mientras no sea el propio. Cuando se convive en pareja, por lo general se asume que el tiempo va a ser compartido. Por eso es importante informar sobre decisiones que impliquen el tiempo de la otra persona.
Nuestras recomendaciones son:
• En primer lugar, que ambas partes expongan sus expectativas al respecto.
• En segundo lugar, que no se dé por hecho que el otro está esperando a que uno le diga qué hacer con su tiempo. Probablemente lo habrá organizado y, cualquier decisión, por pequeña que sea, es mejor que sea consultada y consensuada por ambas partes.
• En tercer lugar, que no se haga perder el tiempo de nadie haciendo esperar durante horas o días sin dar explicaciones. No se trata tanto de una cuestión de control, sino de no aprisionar el tiempo de otros al propio antojo. Cada persona tiene derecho a emplear cada minuto de su vida de la forma que le parezca mejor.
El dinero
Parece que existe cierto pudor a plantear cuestiones económicas cuando se está hablando de las afectivas, pero, con más frecuencia de la que podría pensarse, el tema económico, o más en concreto la falta de claridad sobre este tema, suele ser una fuente muy importante de conflictos en la pareja.
De nuevo, las expectativas por ambas partes pueden diferir de forma considerable. Para algunas personas, vivir en pareja puede significar que el dinero de ambos irá a un fondo común, con el que se hará frente a todos los gastos de dicha situación. Para otras, uno de los miembros se encargará de ganar el dinero, mientras que el otro lo administrará. Un tercer caso sería las parejas en las que el dinero se lo administra cada uno, y se pone un fondo común para gastos comunes... Las variaciones son tan infinitas como las parejas.
En cualquier caso, si se quiere eliminar una fuente de problemas en la convivencia, es aconsejable hablar claramente sobre este tema, punto por punto, situación por situación.
El espacio
El espacio físico es también muy importante cuando se inicia la convivencia.
Hay personas que tienen tendencia o necesitan mucho espacio para sus cosas y dan por sentado que son los que más necesitan, produciéndose una auténtica invasión en el hogar, con poca cabida para el resto. Esa invasión puede traducirse en objetos tangibles, como en actividades que se pueden hacer o no en cada lugar de la casa.
En cualquier caso, y una vez más, lo más aconsejable es hablar y sobre todo, negociar. El hogar es el altar sagrado donde transcurre la intimidad de las personas y es donde uno se debe sentir, especialmente a gusto.
El objetivo
Ya hemos visto que a veces las parejas inician la convivencia, pero también es frecuente que no se sepa muy bien para qué. El porqué sería evidente, y consecuencia del cariño, amor o atracción que sienten dos personas. Pero cuando éstas se suben en el mismo barco, lo quieran o no, lo hayan planeado o no, se va a mover y es preciso definir, en primer lugar, si se va en una dirección conjunta. De no ser así, es mejor apearse antes de que uno se encuentre en mitad de una relación de la que sea difícil salir; en segundo lugar, qué objetivos a corto, medio y largo plazo se pretenden alcanzar.
Lo anterior no garantiza de manera absoluta que la pareja vaya a durar toda la vida, pero habremos eliminado gran parte de las fuentes de conflicto que tienen más peso, por lo que estaremos minimizando las probabilidades de equivocarnos.
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LA CONFUSIÓN DE LA MENTE
Seguramente hemos escuchado o leído en alguna parte que todo pensamiento ha de cesar, que todo conocimiento ha de ser suprimido, y todo recuerdo ha de perderse. Pero no sabemos cómo relacionar este estado de ser ‑sea lo que él fuere- con el mundo en que vivimos, con nuestra triste y dolorosa existencia.
Queremos saber qué es ese estado que sólo puede surgir cuando todo conocimiento, cuando el reconocedor, no existe; queremos saber qué relación tiene ese estado con nuestro mundo de diarias actividades, diarios empeños. Sabemos qué es ahora nuestra vida: triste, penosa, constantemente temerosa, nada permanente. Eso lo sabemos muy bien. Y queremos saber qué relación hay entre este estado y aquél; y, si dejamos de lado el conocimiento, si nos liberamos de nuestros recuerdos y demás, cuál es el objeto de la existencia.
Debemos primeramente saber con claridad qué objeto tiene la existencia tal como ahora la conocemos, no en teoría sino realmente, cuál es el propósito de nuestra existencia diaria. Casi que con toda seguridad sea nada más que el sobrevivir, con todas sus miserias, con todos sus pesares y confusión, sus guerras, destrucciones, y demás. Podemos inventar teorías, podemos decir: “Esto no debiera ser, sino alguna otra cosa”. Pero todas esas son teorías, no son hechos. Lo que conocemos es la confusión, el dolor, el sufrimiento, los antagonismos interminables. Y también, por poco que nos demos cuenta, sabemos cómo ocurre todo eso. Porque el objeto de la vida día tras días, de instante en instante, es destruirnos unos a otros, explotarnos unos a otros, ya sea como individuos o como seres humanos colectivos. En nuestra soledad, en nuestra miseria, tratamos de utilizar a otros, intentamos huir de nosotros mismos, por medio de la diversión, de dioses, del conocimiento, de toda forma de creencia, de la identificación. Tal es nuestro objeto, consciente o inconsciente, tal como ahora vivimos. Sin embargo, existe un propósito mas profundo, más amplio y trascendente, un fin que no es confusión, adquisición. Y ese estado espontáneo podría tener total relación con nuestra vida diaria.
Ese estado libre de la confusión y el sufrimiento no tiene ahora absolutamente ninguna relación con nuestra vida. No puede tenerla. Si mi mente es confusa, angustiada, solitaria, no puede ella estar en relación con algo que no pertenezca a ella misma. La verdad no puede estar en relación con la falsedad, con la ilusión. Pero eso no lo queremos admitir. Porque nuestra esperanza, nuestra confusión, nos hace creer en algo más grande, más noble, que, según decimos, tiene relación con nosotros. En nuestra desesperación buscamos la verdad, esperando que en el descubrimiento de la misma nuestra desesperación habrá de desaparecer.
Podemos ver, pues, que una mente confusa, una mente angustiada de dolor, una mente que capta su propio vacío, su soledad, jamás podrá encontrar aquello que está más allá de sí misma. Aquello que está más allá de la mente sólo puede surgir cuando las causas de confusión, de desdicha, han sido comprendidas y disipadas. Todo lo que estamos diciendo, de lo que hemos estado hablando, es cómo comprendernos a nosotros mismos. Porque, sin conocimiento propio, lo otro no adviene, lo otro es sólo una ilusión. Mas si comprendemos el proceso total de nosotros mismos, de instante en instante, entonces veremos que, al despejarse nuestra propia confusión, lo otro adviene. Entonces vivenciando aquello tendrá una relación con esto. Pero esto jamás tendrá relación con aquello. Estando de este lado de la cortina, estando en la oscuridad, uno no puede tener la vivencia de la luz, de la libertad. Pero una vez que haya vivencia de la verdad, entonces podremos relacionarla con este mundo en que vivimos.
Si jamás hemos conocido lo que es el amor, sino tan sólo conocemos constantes disputas, desdichas, angustias, conflictos, ¿cómo podemos vivenciar ese amor que nada tiene que ver con todo esto? Pero una vez que tengamos la vivencia de eso, entonces no necesitamos molestarnos en hallar la relación. Entonces el amor, la inteligencia, funcionan. Mas para vivenciar ese estado, todo conocimiento, recuerdos acumulados, actividades identificadas con uno mismo, tienen que cesar para que la mente sea incapaz de proyectar sensación alguna. Entonces, vivenciando eso, habrá transformación y acción en este mundo.
Ese es por cierto el objeto de la existencia: ir más allá de la actividad egocéntrica de la mente. Y, habiendo vivenciado ese estado ‑que la mente no puede medir-, entonces la vivencia misma de eso trae consigo una revolución íntima. Entonces, habiendo amor, no hay problema social; no hay problema de ninguna especie cuando hay amor. Es porque no sabemos amar que tenemos problemas sociales, y sistemas de filosofía sobre el modo de habérnoslas con nuestros problemas. Estos problemas jamás podrán resolverse por sistema alguno, ya sea de la izquierda, de la derecha o del centro. Ellos podrán ser resueltos ‑nuestra confusión, nuestras miserias, nuestra autodestrucción- tan sólo cuando podamos vivenciar aquel estado que no es autoproyectado.


El Sahara y su historia olvidada
Los saharauis mantienen en su recuerdo la ocupación española hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX. Son muchos los ancianos que aun guardan su carnet de identidad español. Recuerdan orgullosos su levantamiento contra aquella ocupación a principios de los setenta del siglo pasado a través de la Organización Avanzada para la Liberación del Sáhara, organización que pasaría a ser el germen del Frente Polisario. Tras la marcha del ejército español de la zona en 1975, se produjo la llamada “Marcha Verde”, parafernalia con que el régimen marroquí vistió la ocupación de dicho territorio. Ese mismo año se inicia la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos (Mauritania también participó en un primer momento en la contienda) y el éxodo y la división de un pueblo entre los que se quedaron en los territorios ocupados y los que se asentaron en campamentos de refugiados en territorio argelino. En 1991, al amparo de Naciones Unidas se firman los acuerdos de paz y desde entonces los saharauis están a la espera de que se materialice lo allí acordado, un referéndum de libre determinación que no llega.
Los saharauis necesitan mantener viva la llama de su historia reciente, de sus grandes esfuerzos colectivos para construir un Estado aunque fuera en el exilio, de su larga lucha para reivindicar sus derechos como pueblo ocupado y exiliado.
Saben de la responsabilidad de España como potencia administradora de la descolonización, son conocedores de los intereses de Francia y de EE.UU, saben que Marruecos tiene grandes aliados y que la UE está permitiendo la explotación de los recursos naturales del Sahara Ocupado cosa que impiden las resoluciones de NNUU.
Por otro lado, sufren una dura represión en los territorios ocupados por parte de las autoridades marroquíes sin que, hasta el momento, los organismos internacionales hayan intervenido y además tienen que enfrentarse, en los campamentos de refugiados, a una reducción de la ayuda humanitaria por parte de Naciones Unidas que en el último año ha empezado a provocar problemas de falta de alimentos y desnutrición. Por si fuera poco el cambio climático también les afecta, hace dos años los campamentos de refugiados quedaron anegados por fuertes lluvias.
Este es el telón de fondo que provoca que durante más de treinta años el pueblo saharaui se vea condenado a la represión y al exilio...
El territorio conocido como Sáhara Occidental fue colonia española desde el reparto del continente africano efectuado por las potencias coloniales europeas (1884), pero desde que Marruecos, en 1956, accedió a la independencia ya expresó sus pretensiones anexionistas sobre el territorio administrado por España.
A mediados de los años 60 , cuando ya se había materializado gran parte de los procesos de descolonización del continente africano, el Comité de Descolonización de Naciones Unidas estudia la autodeterminación del Sáhara. En el año 1967 , el régimen franquista reacciona ante las presiones internacionales accediendo a organizar un referéndum para determinar la autonomía del Sahara. De cara al exterior, el régimen franquista pretende dar una imagen aperturista que choca frontalmente con sus actuaciones en los territorios colonizados. Así, en 1970 se da una dura represión por parte del ejército español contra un brote nacionalista en El Aaiún que produce 40 muertos. Ese mismo año se constituye la Organización Avanzada para la Liberación del Sáhara ( que posteriormente pasará a conformar el Frente Polisario en 1973)
El gobierno español anuncia en 1974 que en el primer semestre de 1975 se celebraría un referéndum de libre autodeterminación. Sin embargo, en sentido contrario, ese mismo año, el mes de noviembre, se firman los Acuerdos Tripartitos de Madrid, entre Marruecos, España y Mauritania. Lo que en la práctica supuso en abandono por parte de España de sus responsabilidades en el proceso de descolonización del Sáhara Occidental y favoreció la invasión Marroquí.. La ONU advirtió entonces de que el Acuerdo no transfirió la soberanía sobre el territorio ni confirió a ninguno de los signatarios la condición de potencia administradora.
El 6 de noviembre de ese mismo año, se inicia la llamada “Marcha Verde” en la que unas 350.000personas procedentes de Marruecos cruzan la frontera del Sáhara. Se trata de una maniobra mediática a partir de la cual el régimen marroquí pretende legitimar la invasión.
En 1976 el Frente Polisario declara la guerra a Mauritania y a Marruecos, ese mismo año se proclama la RASD ( República Árabe Saharaui Democrática). Inevitablemente se inicia el éxodo de la mitad de la población saharaui que acaba asentándose en Tinduf ( en el Sáhara argelino). En el 79 Mauritania abandona sus pretensiones anexionistas debido a las derrotas acometidas por en Frente Polisario.
Marruecos acepta la celebración de un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental en el año 1981, referéndum que hasta ahora ha sido postergado. Ese mismo año, comienza la construcción del muro ( por parte de Marruecos), que separa los territorios invadidos ( la zona más Ocidental del Sáhara) de los territorios liberados por el Frente Polisario.
Ese mismo año, Naciones Unidas impulsa las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario para un alto en fuego, y 7 años después se concreta en Plan de Paz para la zona presentado pos Naciones Unidas y aceptado pos las dos partes en litigio. En dicho documento de plantea el alto el fuego y la creación de la MINURSO ( Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental). La misión de esta entidad, que sigue vigente, es la preparación de la celebración del referéndum.
Se fija el 6 de septiembre de 1991 como fecha para el fin de la guerra y el 26 de enero de 1992 cono fecha tope para la celebración del referéndun de libre determinación, una vez concluídos los censos de población por parte de la MINURSO.
El referéndum previsto no se celebra y el proceso de autodeterminación queda bloqueado por los problemas en la elaboración del censo de la votación. La controversia sobre la población saharaui es uno de los puntos más conflictivos que encalla el proceso sucesivamente. A la par, se intensifica la marroquinización de la zona.
En 1996 Naciones Unidas decide suspender el proceso para el referéndum de autodeterminación y reducir el número de militares enviados a la zona, nombra a James Baker representante especial de la ONU para el Sáhara Occidental y se le encomienda la responsabilidad de relanzar el proceso.
En el 2000 el Consejo de Seguridad de la ONU suspende el referéndum que estaba previsto para julio de este mismo año y Marruecos expresa su intención de negociar con el Frente Polisario para concederle cierta autonomía, pero cierra las puertas al referéndum.
Los años posteriores, Marruecos insiste en la inviabilidad del referéndum y en la conveniencia de aceptar el Acuerdo Marco del Estatuto del Sáhara, el llamado Plan Baker, que concede cierta autonomía a la zona pero bajo su soberanía. El proyecto prevé la elección de un Consejo Ejecutivo, con amplias competencias, y otro Legislativo, nombrado por todos los habitantes del territorio que hayan residido hasta el 2000. Al cuarto año, el Ejecutivo sería elegido nuevamente por el Consejo Legislativo y el resultante trataría con el Gobierno marroquí el estatuto final del territorio, bajo dos condiciones: primera, que la opción de la independencia queda expresamente prohibida, y segunda, que el electorado incluya a todo ciudadano instalado en el Sáhara un año antes de la votación. El Frente Polisario rechaza esta opción e insiste con el referéndum como única salida.
Este Plan es rechazado por Argelia ( enemiga histórica de Marruecos y fundamental aliada del Frente Polisario) y propone a la ONU que ésta administre el Sáhara Occidental.
En enero de 2003 James Baker, presenta un nuevo plan. Este plan contempla que el territorio saharaui se convierta en una autonomía marroquí durante al menos los próximos cuatro años, celebrándose, al principio de ese periodo, elecciones autonómicas.
Pasado ese tiempo, se produciría un referéndum de autodeterminación, sobre el año 2007 o 2008, en el que los saharauis podrán decidir su futuro.
Esta propuesta no convenció a ninguna de las partes, ya que Marruecos lo ve como una aceptación implícita del derecho a la autodeterminación saharaui, y los saharauis piensan que sus propuestas se diluirán con el paso del tiempo a favor de Rabat.
En julio, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad la resolución 1495, que ratificaba en Plan Baker II.
En 2006 Marruecos hace otra propuesta , que contempla una autonomía vigilada para la zona, propuesta que es apoyada por el presidente español contraviniendo la apuesta del gobierno por la implementación del Plan Baker II , y que supone el primer apoyo explícito del gobierno español a las tesis marroquíes. Ya en el año 2002 , en una intervención en la universidad socialista de verano Jaime Vera Zapatero, señaló, en una respuesta a na pregunta sobre el Sáhara Occidental que “la autodeterminación no hace más felices a los pueblos”.
Características de una población dividida: entre los territorios ocupados y los campamentos saharauis.
En 1981 Marruecos inicia la construcción de los muros que definitivamente van a dividir en Sáhara Occidental. El muro de Tifariti provocó la separación física insalvable entre los saharauis refugiados y los saharauis ocupados. Tanto unos como otros sufren la ocupación, aunque de formas muy diferentes:
Por un lado, encontramos entre 130.000 y 200.000 refugiados ( la guerra de los censos no permite acceder a cifras concretas ,en 1991 el ACNUR cifraba la población desplazada en 189.000 personas) en campamentos de refugiados en la zona de Tinduf al sur de Argelia. De estos datos se estima que entre el 20% y el 25% es población infantil
A través de la puesta en marcha de los campamentos , el Frente Polisario consiguió vertebrar un Estado eficiente y organizado de corte muy progresista. Con una gran escasez de recursos se consiguió alfabetizar casi al cien por cien de la población y darle una asistencia médica básica. En esta tarea han tenido un especial protagonismo las mujeres que adquirieron un papel importantísimo durante la guerra tomando las riendas de la vida pública de la RASD.
Actualmente, la población refugiada de la región de Tinduf está repartida en cuatro campamentos llamados Wilayas o provincias. Las cuales están organizadas, a su vez, en dairas o municipios, cada uno de los cuales se subdivide en barrios.
Por otro lado, están los saharauis de los territorios ocupados, sometidos desde hace dos años a una dura represión. En unas declaraciones que el en año 2006 hacía Aminetou Haidar ( activista defensora de los derechos humanos de los saharauis) a su salida de la cárcel decía: “la violación de los derechos humanos se siguen cometiendo…Las escuelas se han convertido en centros militares…Entran ( las milicias marroquíes) en las escuelas de secundaria y bachiller y golpean a los niños…Hemos publicado fotos de bebés golpeados…Lo peor es que esto ocurre ante la presencia de las tropas de Naciones Unidas…Es una pena que esto pase después del alto el fuego y ante las tropas de la MINURSO…Los marroquíes tienen levantado un Muro Informativo no dejando entrar a ninguna delegación extranjera, para cometer crímenes contra la humanidad sin la presencia de medios de comunicación…”
Declaraciones de Aminetou Haidar.TV-RASD.
Situación de la infancia saharaui.
Como se ha planteado anteriormente, resulta muy difícil acceder a datos ajustados sobre el total de niños y niñas saharauis tanto en los campamentos como en los territorios ocupados. Lo que sí es cierto es que son testigos y víctimas directos de la situación de su pueblo.
En los territorios ocupados son víctimas de la violencia, la represión y la pobreza. Las imágenes de la “Intifada saharaui” ( www.rasd-tv.com) dejan ver una participación muy activa de grupos de niños que no tienen más de 13 años en las movilizaciones callejeras. Niños que ven lesionados gran parte de sus derechos.
En el caso de los campamentos de refugiados, aun reconociendo la capacidad de la RASD para conformar toda una red de atención a la infancia, los niños no sólo sufren unas condiciones extremas de vida ( calor, carencia de alimentos debido a las reducciones de ayuda humanitaria por parte de Naciones Unidas…) sino que se ven abocados a ser refugiados en perpetuidad, ya que no parece que haya visos de que se resuelva en conflicto. Por otro lado, la reducción de ayuda humanitaria por parte de los países donantes al ACNUR ha empezado a producir graves problemas de malnutrición que está afectando especialmente a la población infantil.
Por tanto, teniendo como base la Convención de los Derechos del Niño, en el caso del Sáhara , difícilmente se están cumpliendo los derechos que amparan la protección ( contra el maltrato la explotación o la discriminación), la provisión ( desarrollo óptimo y de bienestar y condiciones de vida digna), la participación ( libre información y expresión de ideas) y la prevención ( derecho a detectar de forma temprana de provoquen situaciones de riesgo)

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